
El origen de este problema puede caracterizarse por presentar dos factores influyentes: la ausencia de una planificación adecuada de la sucesión y del proceso de incorporación de una nueva generación al negocio, y la ausencia de un gobierno corporativo sólido que garantice la institucionalidad, más allá de cualquier estándar. En el caso de nuestro estado, por lo pequeño en sus dimensiones es muy común desde hace muchísimos años el establecimiento de pequeñas empresas familiares piloteadas desde un principio por sus fundadores y a través de los años con su sobrevivencia en el mercado, manejada por las generaciones siguientes de sus fundadores y así sucesivamente.
Hoy en día a raíz de estos factores, mediante políticas de estado se ha incentivado la gestión de empresas familiares mediante un plan estratégico que guíe la evolución del negocio y la familia. Eso significa por ejemplo, ayudar a ordenar el paso de un fundador que concentra toda la autoridad a una segunda generación, donde ya es un grupo de hermanos que, siendo dueños, tienen que entender que no son dueños únicos, sino socios. En la tercera generación, lo que tenemos un consorcio de primos, donde no basta el trabajo en equipo, sino crear una red de equipos. Se necesita gestionar estos cambios, entender el rol de cada miembro de la familia y ayudar a que el negocio trascienda.
En cuanto a la eficiencia en las empresas familiares resulta complejo, porque el compromiso familiar puede funcionar como una ventaja o como una desventaja. Si la familia se mantiene unida, enfocada coherentemente y puede trabajar en equipo, sin duda los resultados estarán por encima del promedio, pero si la empresa se convierte en un centro de beneficencia o de empleo no necesario para familiares en problemas, es muy poco probable que la compañía supere estadísticas de supervivencia.
La gestión de empresas familiares hoy en día es un tema relevante en nuestro país y principalmente en nuestro estado por considerarse como un estudio de las realidades específicas de dichas empresas considerando a veces dichos estudios como una prioridad, no tanto por lo que estas organizaciones puedan aportar en términos de PTB, sino porque en muchos de los casos son las mayores generadoras de empleo sostenible.